¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE?
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Rep. Dominicana
Mar  
21
 2013
Es un juego de dos equipos en el que el equipo 1 intentará atravesar de un lado a otro evitando ser tocado por el equipo 2, mientras que el equipo 2, moviendose por las tuberías dibujadas con tiza en el asfalto tratará de impedirle el paso y lograr tocar a uno de los jugadores para cambiar los roles.
Preparación del juego: Se busca un espacio despejado de calle (50 mts aprox). Con tiza, yeso, o algo parecido se dibujan tubos de 1/2 metro de grosor aproximadamente que atraviesen la calle de acera a acera (un tubo por cada jugador en un equipo separados por 5 metros aprox), luego se dibuja otro tubo a lo largo en medio de la calle, que vaya desde el primer tubo hasta el último.
En la "cabeza" del Yun se dibuja un semi-círculo de 1/2 metro de radio aproximadamente que es donde el jugador que canta "yun" debe tener al menos 1 pié dentro al momento de cantar Yun.
Cada jugador del equipo que "defiende el yun" ocupa un tubo transversal a la calle con libertad de transitar por el tubo que le queda detrás (excepto el último jugador que cómo no lo queda tubo detrás no puede desocupar su tubo). Quien ocupa el primer tubo es quien inicia el juego cantando "¡Yun!", entonces el equipo que está fuera del yun trata de atravesarlo llegando hasta el final y volviendo hasta el inicio evitando ser tocado por alguno de quienes ocupan los tubos.
Se juega de al menos 4 jugadores (aumentando de dos en dos).
Este, junto a otros juegos como: La olla, trucano, el escondido, el topao, gavilán gato; han hecho de la infancia de muchos dominicanos un feliz recuerdo.
Ojalá haya quedado claro el juego :)
Mengano: "¡Hey, juguemos Yun! ¿qué creen?"
Perensejo: "Es que somos 7, alguien se quedará sin jugar."
Mengano: "¿Qué importa?"
Rep. Dominicana
México
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la madre. No una madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la "sufrida madre mexicana" que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en el significado de esta voz.
En la Anarquía del lenguaje en la América española, Darío Rubio examina el origen de esta palabra y enumera las significaciones que le prestan casi todos los pueblos hispanoamericanos. Es probable su procedencia azteca: chingaste es xinachtli (semilla de hortaliza) o xinaxtli (aguamiel fermentado). La voz y sus derivados se usan, en casi toda América y en algunas regiones de España, asociados a las bebidas alcohólicas o no: chingaste son los residuos o heces que quedan en el vaso, en Guatemala y El Salvador; en Oaxaca llaman chingaditos a los restos del café; en todo México se llama chínguere o, significativamente, piquete al alcohol; en Chile, Perú y Ecuador la chingana es la taberna; en España chingar equivale a beber mucho, a embriagarse; y en Cuba, un chinguirito es un trago de alcohol.
Chingar también implica la idea de fracaso. En Chile y Argentina se chinga un petardo, "cuando no revienta, se frustra o sale fallido". Y las empresas que fracasan, las fiestas que se aguan, las acciones que no llegan a su término, se chingan. En Colombia, chingarse es llevarse un chasco. En el Plata un vestido desgarrado es un vestido chingado. En casi todas partes chingarse es salir burlado, fracasar. Chingar, asimismo, se emplea en algunas partes de Sudamérica como sinónimo de molestar, zaherir, burlar. Es un verbo agresivo, como puede verse por todas esas significaciones: descolar a los animales, incitar o hurgar a los gallos, chunguear, chasquear, perjudicar, echar a perder, frustrar.
En México los significados de la palabra son innumerables. Es una voz mágica. Basta un cambio de tono, una inflexión apenas, para que el sentido varíe. Hay tantos matices como entonaciones: tantos significados como sentimientos. Se puede ser un chingón, un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las mujeres), un chingaquedito (silencioso, disimulado, urdiendo tramas en la sombra, avanzando cauto para dar el mazazo), un chingoncito. Pero la pluralidad de significaciones no impide que la idea de agresión en todos sus grados, desde el simple de incomodar, picar, zaherir, hasta el de violar, desgarrar y matar se presente siempre como significado último. El verbo denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro. Y también, herir, rasgar, violar cuerpos, almas, objetos, destruir. Cuando algo se rompe, decimos: "se chingó". Cuando alguien ejecuta un acto desmesurado y contra las reglas, comentamos: "hizo una chingadera".
La idea de romper y de abrir reaparece en casi todas las expresiones. La voz está teñida de sexualidad, pero no es sinónima del acto sexual; se puede chingar a una mujer sin poseerla. Y cuando se alude al acto sexual, la violación o el engaño le prestan un matiz particular. El que chinga jamás lo hace con el consentimiento de la chingada. En suma, chingar es hacer violencia sobre otro. Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha. Y provoca una amarga, resentida satisfacción en el que lo ejecuta.
Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y abierto, por oposición a lo que chinga, que es activo, agresivo y cerrado. El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra. La idea de violación rige oscuramente todos los significados. La dialéctica de "lo cerrado" y "lo abierto" se cumple así con precisión casi feroz.
El poder mágico de la palabra se intensifica por su carácter prohibido. Nadie la dice en público. Solamente un exceso de cólera, una emoción o el entusiasmo delirante, justifican su expresión franca. Es una voz que sólo se oye entre hombres, o en las grandes fiestas. Al gritarla, rompemos un velo de pudor, de silencio o de hipocresía. Nos manifestamos tales como somos de verdad. Las malas palabras hierven en nuestro interior, como hierven nuestros sentimientos. Cuando salen, lo hacen brusca, brutalmente, en forma de alarido, de reto, de ofensa. Son proyectiles o cuchillos. Desgarran. Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Machado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detritus y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo.
Hay, además del resentimiento, el gusto por los contrastes, que ha engendrado el estilo barroco y el dramatismo de la gran pintura española. Sólo un español puede hablar con autoridad de Onán y Don Juan. En las expresiones mexicanas, por el contrario, no se advierte la dualidad española simbolizada por la oposición de lo real y lo ideal, los místicos y los pícaros, el Quevedo fúnebre y el escatológico, sino la dicotomía entre lo cerrado y lo abierto. El verbo chingar indica el triunfo de lo cerrado, del macho, del fuerte, sobre lo abierto.
La palabra chingar, con todas estas múltiples significaciones, define gran parte de nuestra vida y califica nuestras relaciones con el resto de nuestros amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado. Es decir, de humillar, castigar y ofender. O a la inversa. Esta concepción de la vida social como combate engendra fatalmente la división de la sociedad en fuertes y débiles. Los fuertes los chingones sin escrúpulos, duros e inexorables se rodean de fidelidades ardientes e interesadas. El servilismo ante los poderosos especialmente entre la casta de los "políticos", esto es, de los profesionales de los negocios públicos es una de las deplorables consecuencias de esta situación. Otra, no menos degradante, es la adhesión a las personas y no a los principios. Con frecuencia nuestros políticos confunden los negocios públicos con los privados. No importa. Su riqueza o su influencia en la administración les permite sostener una mesnada que el pueblo llama, muy atinadamente, de "lambiscones" (de lamer).
El verbo chingar maligno, ágil y juguetón como un animal de presa engendra muchas expresiones que hacen de nuestro mundo una selva: hay tigres en los negocios, águilas en las escuelas o en los presidios, leones con los amigos. El soborno se llama "morder". Los burócratas roen sus huesos (los empleos públicos). Y en un mundo de chingones, de relaciones duras, presididas por la violencia y el recelo, en el que nadie se abre ni se raja y todos quieren chingar, las ideas y el trabajo cuentan poco. Lo único que vale es la hombría, el valor personal, capaz de imponerse.
La voz tiene además otro significado, más restringido. Cuando decimos "vete a la Chingada", enviamos a nuestro interlocutor a un espacio lejano, vago e indeterminado. Al país de las cosas rotas, gastadas. País gris, que no está en ninguna parte, inmenso y vacío. Y no sólo por simple asociación fonética lo comparamos a la China, que es también inmensa y remota. La Chingada, a fuerza de uso, de significaciones contrarias y del roce de labios coléricos o entusiasmados, acaba por gastarse, agotar sus contenidos y desaparecer. Es una palabra hueca. No quiere decir nada. Es la nada.
Octavio Paz - Octavio Paz
De El laberinto de la soledad
DENOTANDO FRAUDE - Me chingaron
ROBO - Me (la/lo) chingaron
IGNORANCIA - Sepa la chingada
AMENAZA - Te voy a chingar
PRESUMIR - Soy el más chingón
DISTANCIA - Hasta la chingada
DESPRECIO - Vales para pura chingada
CELOS - Con quién chingados estabas?
INCONFORMIDAD - Son chingaderas!! Ya ni la chingan...
PETICION - Vete a la chingada
CALIFICATIVO - Chingaquedito
HOSTILIDAD - Y tú quién chingados eres??
FRUSTRACION - Ah que bien chingas!!!
TERMINAL - Ese ya chingó a su madre
INCERTIDUMBRE - Y no nos irán a chingar??
ORDEN- chingatelo
CERTEZA - Ya nos chingaron
ADVERTENCIA - Síguele y te va a cargar la chingada
INCOMPETENCIA - No sé que chingados hacer.
DISCRECION - Chingao
ENOJO - Que vaya y rechingue a su madre
COMPASION - Que fea chinga le metieron
TRIUNFALISMO - Ya chingué
DERROTISMO - Me chingué
HUMORISMO - Está bien que chingues pero... a tu madre la respetas!!!
DESPEDIDA - Vámonos a la chingada
CHISME - ¿Supiste a quién se chingaron ayer??
ADMIRACION - Tá chingón!!!!
ANTIMODERNISTA - Que chinguita con los celulares
INCREDULIDAD - Ah!! chingá, chingá, chingá!....
ABURRIMIENTO - Pos ah, que la chingada
DENOTANDO UN ERROR - Está de la chingada
México
Perú
De larga transformacion hispanohablante, este y otras terminos se originaron como insultos, probablemete el termino mas antiguo y congruente haya sido el "Vete a la Mierda", y sus variaciones "Mandar a la mierda", intuyo que en algunas ciudades "grandes" de hace 200 o mas años la mierda se acumulaba con suma facilidad en ciertos lugares de mucha concentracion como mercados, ferias iglesias, (especialmente en dias festivos), y "mandar a la mierda" alguien, significaria presisamente eso, (asqueroso y humillante por tener el asco natural de nuestras propias excretas), otras variantes serian le "Sacar la mierda", que facilmente se deduce consistia en desposeer al aludido de sus orinas y excretas a base a una paliza, este ya casi en un sentido figurado; probablemente y paralelamente ya se estubieron acuñando la frase del estudio en cuestion, cuyo sentido original seria "Vete a la Concha de tu Madre", aludiendo a que el sujeto, objeto de dicho agravio verbal regrese al vientre materno por donde vino, y es aqui donde se dispersa mas ampliamente la frase generando inumerables variantes en funcion a la descripcion de cada elemento conformante (Concha) ya que Concha en Peru es sinonimo de Vagina, Chucha y otras variantes gramaticales, finalmente la frase original "Vete a la Chucha de tu Madre", variacion logica de lo expuesto anteriormente se transformaria en solamente "Chucha tu madre" con un caracter de contraccion gramatical, entre otras variante tenemos "Conche tu madre", "Chucha tu vida", "Recucha tu vida" y muy popular actualmente "Uncucha", aunque actualmente su caracter original de insulto esta pasando tambien a definir que alguien es muy bueno en algo, un As, Por ejemplo: Juan moviendo su balon es un conche su mare", aludiendo que Juan jugando futbol es muy bueno.
Arbitro Chucha tu madre, ratero...
Este diccionario virtual es de la Rechucha
Perú
Rep. Dominicana
Version Dominicana del criquet. La plaquita es un deporte callejero el cual necesita de cuatros jugadores, dos por equipos. Se utilizan dos bates de baseball o un par de palos, una pelota, un par de guantes (no indispensable).
Se puede jugar a mano pela' y un par de placas de vehiculos o chapas de registracion (casi siempre tumba'),se gana por el que tenga mas carreras.
Se colocan las placas luego de doblarlas en forma de "C" a una distancia prudente entre 30 a 40 pies, en la parte delantera de la placa se dibuja un triangulo o un semi-circulo de acuerdo al gusto de los jugadores, normalmente con un callao' o cualquier piedra que pueda marcar el suelo, ojo!!, no se puede jugar en calle mala (sin asfalto). Si no se esta al turno en el bate se debe siempre tener la punta del bate dentro del home (el triangulo o semi-circulo) sino el contrario puede tumbar la plaquita y es es un out.
Cada ronda tiene un limite de tres out como en la pelota.
Para anotar las carreras hay que correr de un extremo al otro, es la regla, auqnue algunos sufren de hacer coca cando vueltas en el medio y contado de 10 en 10 en vez de hacerlo de dos en dos como es correcto.
Se utilizan dos opciones de carreraje, a 100 carreras o a 200, casi siempre cuando es a 200 no se corre de extremo a extremo, sino que los bateadores se paran en el medio de las dos plaquita y empiezan a dar vueltas y asi anotan carreras.
Este juego tambien tiene su parte mas emocionante, cuando en medio del juego los que estan aguantando dicen "TE LA COMPRO" o los que estan batiando dice "TE LA VENDO", es un reto pues al decir cualquiera de estas frases y el contrario acepta, los bateadores cambian de posicion, el que esta mas cerca del comprador voltea su plaquita hacia el lado del comprador, y compañero del otro extremo se mueve hacia el medio de las dos plaquitas, en este momento el comprador se aleja y a una distancia acordada entre el vendedor y el comprador de la plaquita el que esta aguantando le picha con una malafe enorme que si agarra la placa casi siempre la dobla. Pero si no le da, el equipo que esta batiando tiene dos oportunidades de botar la bola. Normalmente cuando le dan a la bola, cuando compran la plaquita, le dan durisimo y si no ganan quedan cerca del carreraje necesario para ganar.
NOTA: "Si no quieres que el dueño de las plaquitas se quille, no le des a la plaquita con el bate al final del juego".
OBSERVACION: Si el juego es a 100 carreras y tu llegaste al carreraje para poder decir "Gane" recuerda tumbar ambas placas con el bate. Si no lo hacen y el equipo que esta aguantado tiene el chance de batear si le completan los tres out tumbando una o las dos placas. Si en el chance que le toca al equipo contrario, anota las carrerras necesarias para ganar y tumban a tiempo sus placas, ganan, si no entonces ganan los idiotas que no tumbaron antes sus plaquitas a tiempo.
Rep. Dominicana
Rep. Dominicana
Cantante que puso de moda varias cosas en la Republica Dominicana el afeitarse la cabeza completa y cantarle a los santos tambien sele apoda el brujo por sus canciones de santeria. Nacio en 1937 pelio en la revolucion de Abril del 1965 y es Reserva Nacional.
Cuco Valoy recibió se educación musical en el Conservatorio Nacional de Música de la República Dominicana especializándose en teoría musical.
Sus estudios fueron la base de la cual partieron todas sus inovaciones musicales. Así mismo, Valoy obtuvo los concimientos necesarios para ofrecer a sus hijos una educación musical.
Su mayor anhelo era hacer de la música un negocio de familia. Su sueño se convirtió en realidad ya que a lo largo de su carrera su familia ha participado activamente en sus producciones musicales, especialmente su hijo Ramón Orlando.
Cuco Valoy es un talentoso músico que toca una variedad de instrumentos entre los cuales se destacan la guitarra, el piano y el bajo. Valoy también es un percusionista, especializándose en la tambora, un instrumento afro-dominicano esencial en el merengue.
Al culminar sus estudios, Cuco formó su primera agrupación musical llamada Los Ahijados junto a su hermano Martín Valoy. Cuco era el vocalista principal y el guitarrista de esta sensación dominicana. Esta orquesta tocaba música afro-cubana y fue la primera de su clase en surgir en la República Dominicana.
En su búsqueda de nuevos horizontes, Valoy se separó de Los Ahijados para en 1975 formar la fabulosa orquesta "Los Virtuosos" con la cual se convirtió en leyenda. El nombre de la orquesta se inspiró en el título de un libro que Valoy utilizaba para darle clases de piano a Ramón Orlando. La combinación de la voz y los conocimientos de Cuco con las ideas modernas de Ramón resultó en un éxito rotundo llevando a su orquesta al panorama internacional, especialmente en Colombia.
Esta agrupación de 13 integrantes no se limitaba a un solo género musical ya que tocaban merengue, salsa, cumbia y otros ritmos tropicales.
Durante una gira en Panamá, un aficionado se acerco a Cuco y a son de broma dijo que la orquesta parecía una tribu debido a su color de piel. A Valoy le gustó el concepto de la tribu y comenzó a referirse a la orquesta como tal. Dentro de poco tiempo la orquesta pasó a llamarse oficialmente La Tribu.
En resumen, Cuco a producido música junto a su orquesta por más de 20 años.
A lo largo de su exitosa carrera Valoy ha compartido escenarios con figuras tales como Machito, Celia Cruz, Johnny Pacheco, Johnny Ventura y Oscar D'León, entre otros.
El ha podido asimilarse fácilmente a este diverso elenco estelar debido a su habilidad de interpretar cualquier género musical latino añadiéndole líricas jocosas y excitantes.
Cuco Valoy incluye en su repertorio merengue, salsa, swing latino, son montuno, pop, y cha-cha. Entre sus más reconocidos éxitos se destacan El Brujo, Juliana, Nació Barón y Los Frutos del Carnaval.
Cuco Valoy ha participado en numeroso festivales internacionales y ha sido aclamado en el Caribe, Centro y Sud América ganándose varios premios y reconocimientos. Quizás la premiación más importante para Cuco tuvo lugar en Colombia, en donde se le otorgó por 4 veces consecutivas, la máxima distinción musical que recibe un artista por su música, el premio Congo de Oro.
Valoy es una leyenda hispana y un verdadero embajador de la música afro-latina que se ha ganado el cariño y respeto de su público y sus colegas por sus creativas expresiones musicales.
Algunas de sus canciones:
Juliana,
Nacio varon,
No me empuje,
Corazon de acero,
Los frutos del carnaval,
El brujo,
Anaisa,
El milloncito,
Ay amor!,
Si supieras,
Micharen,
Sisi y Ricardo,
El muerto,
Mendigo de amor,
Amor para mi.
Rep. Dominicana
Rep. Dominicana
La palabra fornicación se refiere a la práctica de relaciones sexuales antes de contraer matrimonio.
Solo puede fornicar una persona que nunca se halla casado, pues si la persona es casada y tiene relaciones sexuales con otra persona que nos es su marido, no es fornicación es Adulterio.
Muchos confunden cuando Jesús dijo:
Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete adulterio. Mateo 5:32
Si se fija el dijo: el que se casa con la divorciada, comete adulterio y ella misma adultera.
Y, consciente o inconscientemente piesan que Dios es un tonto al pensar que vendría a decirle a los hombres algo que ellos hacen por naturaleza, es decir, a ningún hombre hay que decirle que si la mujer le es infiel, que la deje. Lo hace por naturaleza.
Ahora bien, si la mujer antes de ir al altar tuvo relaciones sexuales con otro hombre, entonces si el que se casa con ella, en el instante que van al acto sexual y se da cuenta de que no es virgen, entonces si puede repudiarla o divorciarse.
Pero si la mujer casada le es infiel al marido, o el marido a la mujer, la biblia dice que si se separan que se quede sin casar, por lo mismo que dice en Mateo 5:32.
Un ejemplo de esto se encuentra en el Libro de Deuteronomio 22:13...
Cuando alguno tomare mujer, y después de haberse llegado a ella la aborreciere, y le atribuyere faltas que den que hablar, y dijere: A esta mujer tomé, y me llegué a ella, y no la hallé virgen; entonces el padre de la joven y su madre tomarán y sacarán las señales de la virginidad de la doncella a los ancianos de la ciudad, en la puerta; y dirá el padre de la joven a los ancianos: Yo di mi hija a este hombre por mujer, y él la aborrece; y he aquí, él le atribuye faltas que dan que hablar, diciendo: No he hallado virgen a tu hija; pero ved aquí las señales de la virginidad de mi hija. Y extenderán la vestidura delante de los ancianos de la ciudad. Entonces los ancianos de la ciudad tomarán al hombre y lo castigarán; y le multarán en cien piezas de plata, las cuales darán al padre de la joven, por cuanto esparció mala fama sobre una virgen de Israel; y la tendrá por mujer, y no podrá despedirla en todos sus días. Mas si resultare ser verdad que no se halló virginidad en la joven, entonces la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y la apedrearán los hombres de su ciudad, y morirá, por cuanto hizo vileza en Israel fornicando en casa de su padre; así quitarás el mal de en medio de ti.
Esto de darle muerte era para el tiempo de la Ley de Moises hoy día el hombre, si lo desea, la noche de luna de miel cuando el se da cuenta que lo han engañado, puede repudiar a la mujer al día siguiente, o puede perdonarla. Pero en estos versículos vemos el correcto uso de la palabra fornicación.
Rep. Dominicana
México
¿Quién es la Chingada? Ante todo, es la madre. No una madre de carne y hueso, sino una figura mítica. La Chingada es una de las representaciones mexicanas de la Maternidad, como la Llorona o la "sufrida madre mexicana" que festejamos el diez de mayo. La Chingada es la madre que ha sufrido, metafórica o realmente, la acción corrosiva e infamante implícita en el verbo que le da nombre. Vale la pena detenerse en el significado de esta voz.
En la Anarquía del lenguaje en la América española, Darío Rubio examina el origen de esta palabra y enumera las significaciones que le prestan casi todos los pueblos hispanoamericanos. Es probable su procedencia azteca: chingaste es xinachtli (semilla de hortaliza) o xinaxtli (aguamiel fermentado). La voz y sus derivados se usan, en casi toda América y en algunas regiones de España, asociados a las bebidas alcohólicas o no: chingaste son los residuos o heces que quedan en el vaso, en Guatemala y El Salvador; en Oaxaca llaman chingaditos a los restos del café; en todo México se llama chínguere o, significativamente, piquete al alcohol; en Chile, Perú y Ecuador la chingana es la taberna; en España chingar equivale a beber mucho, a embriagarse; y en Cuba, un chinguirito es un trago de alcohol.
Chingar también implica la idea de fracaso. En Chile y Argentina se chinga un petardo, "cuando no revienta, se frustra o sale fallido". Y las empresas que fracasan, las fiestas que se aguan, las acciones que no llegan a su término, se chingan. En Colombia, chingarse es llevarse un chasco. En el Plata un vestido desgarrado es un vestido chingado. En casi todas partes chingarse es salir burlado, fracasar. Chingar, asimismo, se emplea en algunas partes de Sudamérica como sinónimo de molestar, zaherir, burlar. Es un verbo agresivo, como puede verse por todas esas significaciones: descolar a los animales, incitar o hurgar a los gallos, chunguear, chasquear, perjudicar, echar a perder, frustrar.
En México los significados de la palabra son innumerables. Es una voz mágica. Basta un cambio de tono, una inflexión apenas, para que el sentido varíe. Hay tantos matices como entonaciones: tantos significados como sentimientos. Se puede ser un chingón, un Gran Chingón (en los negocios, en la política, en el crimen, con las mujeres), un chingaquedito (silencioso, disimulado, urdiendo tramas en la sombra, avanzando cauto para dar el mazazo), un chingoncito. Pero la pluralidad de significaciones no impide que la idea de agresión en todos sus grados, desde el simple de incomodar, picar, zaherir, hasta el de violar, desgarrar y matar se presente siempre como significado último. El verbo denota violencia, salir de sí mismo y penetrar por la fuerza en otro. Y también, herir, rasgar, violar cuerpos, almas, objetos, destruir. Cuando algo se rompe, decimos: "se chingó". Cuando alguien ejecuta un acto desmesurado y contra las reglas, comentamos: "hizo una chingadera".
La idea de romper y de abrir reaparece en casi todas las expresiones. La voz está teñida de sexualidad, pero no es sinónima del acto sexual; se puede chingar a una mujer sin poseerla. Y cuando se alude al acto sexual, la violación o el engaño le prestan un matiz particular. El que chinga jamás lo hace con el consentimiento de la chingada. En suma, chingar es hacer violencia sobre otro. Es un verbo masculino, activo, cruel: pica, hiere, desgarra, mancha. Y provoca una amarga, resentida satisfacción en el que lo ejecuta.
Lo chingado es lo pasivo, lo inerte y abierto, por oposición a lo que chinga, que es activo, agresivo y cerrado. El chingón es el macho, el que abre. La chingada, la hembra, la pasividad pura, inerme ante el exterior. La relación entre ambos es violenta, determinada por el poder cínico del primero y la impotencia de la otra. La idea de violación rige oscuramente todos los significados. La dialéctica de "lo cerrado" y "lo abierto" se cumple así con precisión casi feroz.
El poder mágico de la palabra se intensifica por su carácter prohibido. Nadie la dice en público. Solamente un exceso de cólera, una emoción o el entusiasmo delirante, justifican su expresión franca. Es una voz que sólo se oye entre hombres, o en las grandes fiestas. Al gritarla, rompemos un velo de pudor, de silencio o de hipocresía. Nos manifestamos tales como somos de verdad. Las malas palabras hierven en nuestro interior, como hierven nuestros sentimientos. Cuando salen, lo hacen brusca, brutalmente, en forma de alarido, de reto, de ofensa. Son proyectiles o cuchillos. Desgarran. Los españoles también abusan de las expresiones fuertes. Frente a ellos el mexicano es singularmente pulcro. Pero mientras los españoles se complacen en la blasfemia y la escatología, nosotros nos especializamos en la crueldad y el sadismo. El español es simple: insulta a Dios porque cree en él. La blasfemia, dice Machado, es una oración al revés. El placer que experimentan muchos españoles, incluso algunos de sus más altos poetas, al aludir a los detritus y mezclar la mierda con lo sagrado se parece un poco al de los niños que juegan con lodo.
Hay, además del resentimiento, el gusto por los contrastes, que ha engendrado el estilo barroco y el dramatismo de la gran pintura española. Sólo un español puede hablar con autoridad de Onán y Don Juan. En las expresiones mexicanas, por el contrario, no se advierte la dualidad española simbolizada por la oposición de lo real y lo ideal, los místicos y los pícaros, el Quevedo fúnebre y el escatológico, sino la dicotomía entre lo cerrado y lo abierto. El verbo chingar indica el triunfo de lo cerrado, del macho, del fuerte, sobre lo abierto.
La palabra chingar, con todas estas múltiples significaciones, define gran parte de nuestra vida y califica nuestras relaciones con el resto de nuestros amigos y compatriotas. Para el mexicano la vida es una posibilidad de chingar o de ser chingado. Es decir, de humillar, castigar y ofender. O a la inversa. Esta concepción de la vida social como combate engendra fatalmente la división de la sociedad en fuertes y débiles. Los fuertes los chingones sin escrúpulos, duros e inexorables se rodean de fidelidades ardientes e interesadas. El servilismo ante los poderosos especialmente entre la casta de los "políticos", esto es, de los profesionales de los negocios públicos es una de las deplorables consecuencias de esta situación. Otra, no menos degradante, es la adhesión a las personas y no a los principios. Con frecuencia nuestros políticos confunden los negocios públicos con los privados. No importa. Su riqueza o su influencia en la administración les permite sostener una mesnada que el pueblo llama, muy atinadamente, de "lambiscones" (de lamer).
El verbo chingar maligno, ágil y juguetón como un animal de presa engendra muchas expresiones que hacen de nuestro mundo una selva: hay tigres en los negocios, águilas en las escuelas o en los presidios, leones con los amigos. El soborno se llama "morder". Los burócratas roen sus huesos (los empleos públicos). Y en un mundo de chingones, de relaciones duras, presididas por la violencia y el recelo, en el que nadie se abre ni se raja y todos quieren chingar, las ideas y el trabajo cuentan poco. Lo único que vale es la hombría, el valor personal, capaz de imponerse.
La voz tiene además otro significado, más restringido. Cuando decimos "vete a la Chingada", enviamos a nuestro interlocutor a un espacio lejano, vago e indeterminado. Al país de las cosas rotas, gastadas. País gris, que no está en ninguna parte, inmenso y vacío. Y no sólo por simple asociación fonética lo comparamos a la China, que es también inmensa y remota. La Chingada, a fuerza de uso, de significaciones contrarias y del roce de labios coléricos o entusiasmados, acaba por gastarse, agotar sus contenidos y desaparecer. Es una palabra hueca. No quiere decir nada. Es la nada.
Octavio Paz - Octavio Paz
De El laberinto de la soledad
México